Fiona, escaladora de libertadad
"Soy una sobreviviente, mi vida ha cambiado".
Somos testigos orgullosos del increíble viaje y transformación de Fiona.
Fiona* y sus hermanos quedaron huérfanos y abandonados a su suerte. Ella y su hermana pequeña huyeron a la calle tras sufrir abusos sexuales en su adolescencia.
Desesperada por sobrevivir y mantener a su bebé como joven madre soltera, Fiona entró sin querer en la explotación sexual comercial y se encontró atrapada en ella.
Sólo tenía 17 años cuando empecé a prostituirme. Mi hermana me echó de casa cuando quedé embarazada y me fui a vivir con mi bebé a una habitación con el suelo de tierra y 345 bolivianos en el bolsillo. Sólo tenía un poco de azúcar, café y pan, pero pensé que estaría bien. Siempre había trabajado desde joven, como trabajadora del hogar o lavando ropa.
Pero el alquiler vencía pronto y no sabía qué hacer. Una amiga me propuso ir con ella de mesera. "Tendrás que llevar una falda corta", me dijo.
Cuando llegamos al lugar, no era un café, como yo pensaba.
"Sólo tienes que beber con los chicos. Ellos pagarán por ello. Sólo quieren hablar contigo".
Y así es como empezó, con un razonamiento tonto de una niña pequeña. No calculé los riesgos, pero entonces entré en un mundo totalmente distinto. Cambió toda mi vida.
Ahora que estoy sentada al otro lado de la mesa, me veo con 17 años, la edad que ahora tiene mi hijo. Lo miro y veo que yo era tan joven, tan inocente... y tenía un bebé. Los dueños de esos lugares te dicen qué hacer, a qué hora presentarte, cuánto tiempo tienes que quedarte. Creo que se aprovecharon de mí…. No tenía una mamá ni nadie que me dijera, me protegiera o me cuidara. Por eso creo que se aprovecharon de mí.
Cuando conocimos a Fiona en la calle, la invitamos al centro de acogida de WMFB.
Con la seguridad y el apoyo de la comunidad de WMFB, los hijos de Fiona han crecido en el Programa Infantil. Con esfuerzo y dedicación, mientras criaba a 5 hijos, Fiona aprendió a leer y escribir, se graduó en Centro de Educación Alternativa e incluso consiguió que su hijo fuera a la universidad, un logro del que se siente especialmente orgullosa. Hizo el duro trabajo de sanar a través del asesoramiento y ahora es un ejemplo de fortaleza y confianza. Como hábil artesana, forma a costureras de SutiSana y sirve de mentora a otras mujeres como ella.
Únase a nosotros para animarla en la conquista de un glaciar de casi 6.000 metros de altura y demostrar al mundo que cualquiera puede realizar hazañas increíbles.
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