No sabía que existía un lugar tan especial como la "Casa Esperanza". No estoy exagerando cuando digo que este lugar es magnífico. No solo logró cambiar la forma en que pienso, sino también mi manera de actuar. Realmente no sé cómo expresarme bien, no logro encontrar las palabras adecuadas para decir que la "Casa de la Esperanza" es un lugar especial para mí. Desde que llegué allí, el trato del Educador vale me impresionó. El Educador Alex y las personas que forman parte de este lugar especial me ayudaron a ver el mundo de manera diferente. Me ayudaron a entender que no todos son crueles y que aunque hay personas malas, también hay personas dignas de confianza que comparten su amor por Dios.
Antes de llegar a este lugar, yo era una persona muy fría que no hablaba mucho. Tampoco me gustaba hacer amigos. Era una persona reservada que se sentía incómoda con la gente. No me gustaba que me abrazaran, pero con el tiempo aprendí a amar y ahora puedo abrazar a mis amigos y creer en su amistad.
En este lugar tan especial para mí, aprendí a ser líder del grupo "Kacharpay" y comprendí mejor el problema de la trata. También me convertí en una mejor presidenta de clase. Aprendí a gestionar mejor mis finanzas y me ayudaron mucho en los talleres de expresión oral, liderazgo y toma de decisiones. También aprendí a superar situaciones difíciles para no ahogarme en las cosas que había vivido.
También reflexiono sobre el hecho de que fue aquí donde me enseñaron a comunicarme con Dios. Puedo decir que este es mi lugar especial de aprendizaje y el que me motiva a cambiar.
- Yulisa* (Líder adolescente, Programa infantil)