¿Sabías que? Bolivia ocupa el penúltimo lugar en un estudio mundial de 142 países que califican los sistemas de justicia penal. Esto pone de manifiesto una grave crisis estructural del sistema judicial, así como una situación catastrófica para quienes buscan justicia a diario.
"Alguien que agrede sexualmente a un niño en Bolivia tiene más probabilidades de morir resbalando en la ducha o la bañera que de ser condenado a prisión por su delito".
- Gary Haugen, fundador de The International Justice Mission
Debido a esta deplorable situación, las personas que se someten a juicios penales se enfrentan a un calvario diario en los procedimientos que inician. El escenario se vuelve aún más catastrófico cuando hablamos de mujeres que buscan justicia para ellas y sus familias. Ser mujer en una sociedad altamente misógina ya es una desventaja monumental. ¿Y qué ocurre si eres una mujer sometida a explotación sexual? La situación se agrava aún más, llevándola a un estado de marginación total.
Las mujeres no sólo son violentadas en los espacios donde ocurre la explotación sexual, sino también en los espacios donde buscan justicia para ellas y sus familias. Son discriminadas y excluidas, generando un estado de vulnerabilidad y marginación sistémica que prevalece en nuestra sociedad y que debe impulsarnos a procesos de reflexión y atención inmediata en respuesta al ejercicio pleno de sus derechos universales.
A través de nuestro modelo, respondemos a esta necesidad prioritaria de restitución de derechos y atención de calidad en la atención a estas mujeres y sus familias.
A menudo, cuando una mujer llega a nuestras instalaciones, se encuentra en un estado total de vulnerabilidad, incapaz de reconocer su realidad actual y normalizando todas las formas de violencia existentes. Sin embargo, gracias a una atención oportuna e informada sobre el trauma, el equipo multidisciplinar genera confianza con ella y comienza a atender sus necesidades inmediatas. Le proporcionamos herramientas de desarrollo personal y acompañamos de cerca los procesos, para que no se sienta sola y abandonada.
Una vez que abordamos la situación de crisis, desarrollamos un plan de acción inmediato para generar sostenibilidad. Muchas de ellas necesitan iniciar procesos legales de asistencia familiar, ya que sus hijos han sufrido el abandono parental. Muchas de ellas también necesitan enfrentarse a procesos aún más complicados relacionados con la violencia física y sexual contra sus hijos pequeños o incluso contra ellas mismas.
Apoyar estos procesos requiere, ante todo, una profunda determinación para que una mujer decida iniciar un proceso legal. Requiere valentía porque, como ya se ha dicho, estamos ante un sistema judicial en crisis que no responde eficazmente a las necesidades de la gente. Las mujeres necesitan apoyo para enfrentarse a estos procesos; el equipo de project Suma camina a su lado para completar los trámites administrativos, proporciona apoyo emocional cuando las mujeres se sienten abrumadas al enfrentarse a sus agresores y apoya a la mujer a la hora de defender sus derechos.
El año pasado, gracias a todo el trabajo y apoyo del equipo del Programa de la Mujer, ganamos dos casos de Violación de Niños y Adolescentes, logrando justicia para las víctimas de este delito. Y también ganamos seis casos de asistencia familiar, restableciendo los derechos y la sostenibilidad económica de estas familias.
Es fácil ofrecer tópicos en respuesta al dolor de otra persona. Requiere mucha más energía y tiempo implicarse activamente en su proceso de curación. Pero cuando decimos "No estas sola", nuestro objetivo es acompañar, apoyar y animar a las mujeres en todos los procesos de curación que tienen que afrontar.
Paola Blanco, Coordinadora del programa de Mujeres
1. El Índice 2023 del Estado de Derecho es elaborado anualmente por el Proyecto Justicia para evaluar el sistema judicial de cada país. Considera 8 parámetros para su evaluación: https://worldjusticeproject.org/rule-of-law-index/global/2023/Bolivia/Criminal%20Justice/